Puntos de interés en Cusco

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Pese a la extensión de la ciudad de la ciudad, las zonas de interés turístico quedan cerca entre sí a pie, con alguna que otra cuesta empinada. El centro de la urbe es la plaza de Armas, y la cercana y embotellada Av. El Sol es la principal calle comercial. Unas manzanas al norte y al este de la Plaza llegan a unas empinadas calles adoquinadas y sinuosas, que el paso de los siglos apenas ha cambiado. Las zonas llanas al sur y al oeste forman el centro comercial.

El callejón que sale del lado noroeste de la plaza se llama procuradores, pero se apoda “el callejón del gringo” por sus restaurantes turísticos, y agencias y además servicios dirigidos a mochileros. Hay que resguardarse de los vendedores a la caza de clientes. Junto a la catedral, en la misma plaza, la estrecha calle de triunfo asciende abrupta hacia la plaza San Blas, corazón del eléctrico barrio artístico cusqueño.

Con resurgir del orgullo indígena muchos nombres de las calles se inician con su nueva denominación en quechua, aunque la gente suele usar los nombres españoles. El ejemplo más notable es de la calle triunfo, que hoy se llama Sunturwasi.

En los lugares turísticos haya guías independientes que hablan varios idiomas. Si se desea hacer circuitos más amplios en grandes puntos de interés, como Qorikancha o la catedral, se aconseja acordar u precio justo por lo adelantado.

Los horarios de abertura son muy irregulares y cambian por cualquier motivo, desde las fiestas religiosas de guardar hasta las escapadas del encargado para tomarse unas cervezas con sus amigos. Un buen momento para visitar las iglesias coloniales, conservadas en perfecto estado, es a primera hora de la mañana (de 6.00 a 8.00), cuando abren para misa. En teoría, a esas horas están cerradas a los turistas, pero se pueden ver si uno está en silencio y se comporta de forma respetuosa como un miembro más de la congregación. No se permite fotografiar con flash en iglesias ni museos.

CENTRO DE CUZCO

PLAZA DE ARMAS

En tiempos de los incas, esta plaza, llamada Huacaypata o Aucaypata, era el corazón de la capital. Hoy es el centro neurálgico de la ciudad moderna. Suelen ondear las banderas: la rojiblanca peruana y la multicolor del Tahuantinsuyo, que representa las cuatro regiones del Imperio Inca, aunque suele confundirse con el estandarte gay.

Los soportales coloniales rodena la plaza que antaño era el doble de grande, pues comprendía la actual plaza Regocijo. En su lado nororiental se alza la imponente catedral, precedida por un largo tramo de escaleras y flanqueada por las iglesias de Jesús María y El triunfo. En el lado sureste esta la iglesia Compañía de Jesús, que destaca por su ornamentación. El tranquilo callejón peatonal de Loreto, con sus muros Incas, es una vía histórica de acceso de la plaza.

Merece la pena visitar al menos dos veces, de día y de noche, pues cuando se ilumina cambia por completo.

CATEDRAL DE CUSCO

(Plaza de Armas; entrada 25 soles o con boleto religioso; hora: 10.00-17.45) construida sobre el palacio de Viracocha Inca, se utilizaron bloques de piedra robados del cercano yacimiento de Sacsayhuamán. Iniciada en 1559, tardaron casi un siglo en erigirla. A su derecha se le une la Iglesia de Triunfo (1536) y a su izquierda se alza la iglesia de Jesús María (1733).

El triunfo, la iglesia más antigua de Cusco, alberga una bóveda con restos del famoso cronista Inca Garcilaso de la Vega, que nació en Cusco en 1539 y murió en córdoba (España), en 1616. El rey Juan Carlos I devolvió su resto a la ciudad en 1978.

La catedral es uno de los mayores exponentes de arte colonial de Cusco, sobre todo de obras de la escuela cusqueña, célebre por su combinación de los estilos pictóricos religiosos europeos del S. XXVII y la iconografía de los artistas indígenas andinos. Un ejemplo clásico de ello es el retrato de la Virgen María luciendo una falda en forma de montaña, con un rio que recorre el dobladillo. Dicho retrato identifica con la pacha mama (“la madre tierra”).

Uno de los cuadros más famosos de la escuela cusqueña es la última cena de artista quechua Marcos Zapata. Situada en el ángulo noreste del templo, representa una de las escenas más solemnes de la fe cristiana, pero adornado con un pequeño banquete de pitanzas andinas ceremoniales; el rollizo cuy asado, boca arriba, acapara la atención.

Merece la pena ver también el cuadro más antiguo del Cusco, que muestra la ciudad durante el terremoto de 1650. Los cusqueños desfilan entorno a la plaza con crucifijo, llamado también el señor de los Temblores, aun puede verse en la hornacina a la derecha de la puerta que da a Triunfo. Todos los años en lunes Santo se lleva en procesión y los fieles les arrojan flores de ñucchu, que como gotas de sangre recuerdan las heridas de Cristo. Las flores dejan una resina pegajosa que atrapa el humo de los cirios votivos encendidos al pie de la estatua; por eso hoy el cristo es negro. Se dice que bajo el faldón es un blanco inmaculado.

La sacristía está llena de cuadros de los obispos de Cusco, entre ellos el de Vicente Valverde, el fraile que acompaño a Pizarro en la conquista. La crucifixión, al fondo de la sacristía, se atribuye al pintor flamenco Antón Van Dyck. Aunque según ciertos guías es obra del español del S. XVII Alonso Cano. El altar de madera original esta al fondo de la catedral, tras el altar de plata, y frente a ambos se halla el magnífico coro tallado, que data del S. XVII. También hay capillas laterales con oro y plata e historiados altares y plataformas que contrastan con la austera mampostería del templo.

Las enormes puertas están abiertas a los fieles de 6.00 a 10.00. Las festividades religiosas brindan una ocasión única para visitarla. Por ejemplo, durante la fiesta del corpus Christi se llena de imponentes estatuas de santos y miles de velas, con bandas de músicas andinas.

IGLESIA DE LA COMPAÑÍA DE JESUS

(Plaza de Armas; entrada 15 soles o con boleto religiosos; hora 9.00-11.30 y 13.00-17.30) se construyó en el palacio de Huayna Capac, el ultimo inca que gobernó un imperio unido e invicto.

Erigida, por los jesuitas en 1571, fue reconstruida tras el terremoto de 1650. Los jesuitas pretendían que fuera a iglesia más presuntuosa de Cusco. Pero el arzobispo apunto que su esplendor no podía hacer sombra a la catedral. La disputa llego a tal punto que el papa Pablo III tuvo que mediar y decidió en favor de la catedral. Sin embargo, cuando su sentencia llego a Cusco, la Compañía de Jesús ya estaba casi terminada, y lucía una increíble fachada barroca y el mayor altar del Perú, todo ello coronada por una elevada cúpula.

Dos grande lienzos cerca de la puerta principal muestran las primeras bodas cusqueñas, y merece la pena admirarlos por su riqueza de detalle de la época. Varios estudiantes hacen guías locales y muestran la iglesia y la espectacular vista desde el coro en la segunda planta, a la que se accede por unas viejas escaleras. Se agradecen las propinas.

CHOCO MUSEO

(telf. 244765; calle Garcilaso 210; hora: 10.30-18.30) los aromas del burbujeante chocolate cautivan nada más entrar. Aunque el museo es bastante soso, lo mejor de esta iniciativa de propiedad francesa son los talleres para elaborar chocolate ecológico (70 soles/persona). Otro aliciente es la fondue o una taza de chocolate caliente de comercio justo. Se organizan circuitos de Santa María. Apto para niños.

MUSEO DE PLANTAS SAGRADAS, MAGICAS Y MEDICINALES

(telf. 22-2214; calle Santa Teresa 351; entrada 15 soles; hora: 10.00-19.00 lu-sa, 12.000-18.00 do). En este fascinante museo nuevo se explora, hoja a hoja, la historia y los usos de las plantas medicinales, sagradas y alucinógenas de Perú. Destacan las exposiciones sobre la biopiratería, los 8000 años de cultivo de la coca y las alucinantes imágenes de varias capas que simulan la experiencia de la ayahuasca. Hay una tienda de regalos con productos naturales de calidad y una loada cafetería e un patio privado en la planta superior.

MUSEO DE ARTE PRECOLOMBINO

(telf. 23-3210; plazoleta Nazarenas 231; entrada 22 soles; hora 9.00-22.0) ocupa una mansión colonial española con un pato de ceremonias inca y , gracias a un excelente comisariado, recoge una colección variada aunque pequeña de piezas arqueológicas procedentes de los almacenes del museo Larco de Lima. Las piezas, que datan entre 1250 a.C. y 1532 d.C., muestran diferentes logros artísticos y culturales peruanas antiguas con textos explicativos.

Entre las más destacadas se encuentran las galerías de cerámica multicolor Nazca y Mochica, os queros (vasos de madera ceremoniales Incas) y deslumbrantes e historiadas joyas de oro.

MUSEO INCA

(telf. 23-7380, tucumana con ataúd; entrada 10 soles; hora: 8.00-18.00 lu-vi, 9.00-16.00 sa) situada a una cuadra empinada al noreste de la Plaza de Armas, este encantador y modesto museo es el mejor si interesa la cultura incaica. En el interior, restaura dado, se acumula una excelente variedad de piezas de orfebrería y metal, joyas, tejidos, momias, maquetas y la mayor colección de queros del mundo. La información interpretativa es excelente.

El edificio que lo alberga esta descansa sobre cimientos incas y se conoce como la casa del almirante, en honor a su propietario, el almirante Francisco Aldrete Maldonado. Muy afectado por el terremoto de 1650, fue reconstruido por Pedro Peralta de los Ríos conde de laguna, cuyo emblema se halla encima del porche. En 1950 sufrió los daños de otro terremoto, pero hoy está totalmente restaurado y ha recobrado suposición entre las casas coloniales más bellas de Cusco. Obsérvese su enorme escalera y sus dos esculturas de criaturas míticas, y la columna de la ventana esquinera que desde dentro parece la figura de un hombre barbado y desde fuera una mujer desnuda. Los techos están profusamente ornamentados, y las ventanas brindan buenas vistas de la Plaza de Armas.

Abajo, en el soleado patio, las tejedoras del altiplano andino exhiben su arte y venden telas tradicionales.

MUSEO DE HISTORIA NATURAL

(Plaza de Armas; entrada 2 soles; hora: 9.00-17.00 lu-vi) gestionado por la universidad, alberga una variopinta colección de animales de la zona y aves disecados y más de 150 serpientes del Amazonas. La entrada está en una bocacalle de la Plaza de Armas, a la derecha de la iglesia de la Compañía de Jesús.

IGLESIA Y MONASTERIO DE SANTA CATALINA

(Plano p.200; Arequipa s/n; entrada 8 soles; hora: 8.30-17.30 lu-sa) el templo atesora muchas pinturas coloniales de la escuela cusqueña, así como una impresionante colección de vestiduras y otros elaborados bordados. En la capilla barroca adyacente se observan espectaculares frisos y muchas figuras a tamaño real (algunas alarmantes) de monjas rezando, cosiendo o dedicándose a sus cosas. En el convento viven 13 monjas de clausura de carne y hueso.

GRATIS MUSEO IRQ’I YACHAY

(telf. 24-1416; teatro 344; hora: 10.00-13.00 y 14.00-17.00 lu-vi) más bien se trata de una exposición de arte y artesanía, ya que es el fascinante resultado de una ONG que pretende dar una oportunidad de desarrollo cognitivo a niños de comunidades lejanas. Como las poblaciones más aisladas y olvidadas ejercen también como guardianas de la cultura andina. Los niños pintan lo que conocen animales, montañas, ríos, personas, e incorporan los símbolos de los telares que los rodean desde que nacieron: el norte es esperanza y futuro, el rojo es amor y venganza. Y es que, junto con el propio arte, hay una impresionante muestra de telas. La información que acompaña las piezas su simbología con detalle convierte al museo en vista obligada de los amantes del arte textil.

TEMPLO Y CONVENTO DE LA MERCED

(telf. 23-1821; mantas 121; entrada 6 soles; Hora: 8.00-12.00 y 14.00-17.00 lu-vi) la tercera iglesia colonial más importante de Cusco fue destruida por el terremoto de 1650, pero pronto se reconstruyo. A su izquierda, al fondo de un pequeño patio, se halla la entrada al monasterio y el museo. Los cuadros sobre la vida de San Pedro Nolasco, que fundo la orden de la Merced en Barcelona en 1218, cuelgan de las paredes de su hermoso claustro colonial.

La iglesia en sí, situada en el extremo más alejado de claustro (hora:8.00-11.00), contiene las tumbas de dos de las conquistadores más famosos: Diego de Almagro y Gonzalo Pizarro (hermano de Francisco). Esta parte del claustro alberga asimismo un museo religioso que guarda vestiduras que, al parecer, pertenecieron al fraile y conquistador Vicente de Valverde. Pero la pieza más famosa del museo es una custodia de oro macizo e incalculable valor de 1,2 m de altura, cubierta de rubíes, esmeraldas y, como poco, 1500 diamantes y 600 perlas. Si la sala que la alberga está cerrada, se puede pedir que la abran para verla.

MUSEO HISTÓRICO REGIONAL

(Calle Garcilaso con heladeros; con boleto turístico; hora: 8.00-17.00 ma-do) este electico museo se halla en la colonial casa Garcilaso de la Vega, residencia del cronista hispano inca que yace enterrado en la catedral. Su colección que exhibe en orden cronológico, empieza con varias puntas de flecha de periodo precámbrico y sigue con piezas de cerámica y joyería de las culturas Wuari, Pucara e Inca. También hay una momia Nazca, unos cuantos tapices incas, varios adornos pequeños e oro y una maqueta a escala algo siniestra de la Plaza de Armas. La grande y práctica tabla del patio esboza la cronología y los personajes de la escuela cusqueñas.

MUSEO MUNICIPAL DE ARTE CONTEMPORÁNEO

(Plaza de regocijo; con boleto turístico; hora: 9.00-18.00) la pequeña colección de arte andino contemporáneo que se expone en el edificio municipal es para auténticos fans. El museo Quijote tiene una colección mucho mejor, con un abanico representativo de artistas peruanos contemporáneos información que sitúa el arte de su contexto histórico.

GRATIS IGLESIA SAN FRANCISCO

(Plaza San Francisco; hora: 6.30-8.00 y 17.30-20.00 lu-sa, 6.30-12.00 y 18.30-20.00 do) esta iglesia, más austera que otras de sus hermanas cusqueñas, data de los ss. XVI Y XVII, es una de las pocas que no tuvo que reconstruirse por competo tras el terremoto de 1650. Tiene una gran colección de cuadros religiosos coloniales y un coro de cedro de talla soberbia.

El contiguo museo (entrada 8 PEN; hora: 9.00-12.00 y 15.00-17.00 lu-vi, 9.00-12.00 sa) alberga el cuadro supuestamente más grande de Sudamérica, que mide 9×12 m y muestra el árbol genealógico de San francisco de Asís, fundador de la orden. También hay dos criptas de interés macabro, que no están totalmente enterradas. Dentro hay huesos humanos, algunos colocados con formas que recuerdan la naturaleza transitoria de la vida.

MUSEO DE ARTE RELIGIOSO

(Huatunrumiyoc esq. Herrajes; entrada 15 soles o con boleto religioso; hora: 8.00-11.00 y 15.00-18.00 lu-sa) los cimientos de este museo, en su origen el palacio de Inca Roca, se convirtieron en una majestuosa residencia colonial y después en el palacio del arzobispo. La hermosa mansión alberga hoy una colección de arte religioso importante por sus detalles de época, en especial por su visión de la interacción de os pueblos nativos con los conquistadores españoles.

Asimismo, se observan algunos techos alicatados que se sustituyeron en la década de 1940.

SAN BLAS

Conocido como el barrio de los artistas, se halla una empinada ladera junto al centro. Su arquitectura clásica, las puertas azules y las callejas sin tráfico lo ha convertido en una zona de

Moda, llena de restaurantes, bares y tiendas.

IGLESIA DE SAN BLAS

(Plaza San Blas; entrada 15 PEN o con boleto religioso, hora: 10.00-1800 lu-sa, 14.00-18.00 do) esta sencilla iglesia de adobe es más bien pequeña, pero su altar mayor, de estilo barroco y revestido de pan de oro, es sorprendente. El pulpito, de exquisita talla y hecho en un solo tronco, se considera el ejemplo más bello de talla colonial en madera de las Américas, cuenta la leyenda que su creador fue un indígena aquejado de una fuerte enfermedad letal que, tras su milagrosa recuperación, dedico su vida a tallar el pulpito para la iglesia. Se dice que su cráneo descansa en lo alto de la talla, pero en realidad nadie sabe con certeza ni la identidad de la clavera ni la del tallista.

SAN BLAS

Conocido como el barrio de los artistas, se halla una empinada ladera junto al centro. Su arquitectura clásica, las puertas azules y las callejas sin tráfico lo ha convertido en una zona de

Moda, llena de restaurantes, bares y tiendas.

IGLESIA DE SAN BLAS

(Plaza San Blas; entrada 15 PEN o con boleto religioso, hora: 10.00-1800 lu-sa, 14.00-18.00 do) esta sencilla iglesia de adobe es más bien pequeña, pero su altar mayor, de estilo barroco y revestido de pan de oro, es sorprendente. El pulpito, de exquisita talla y hecho en un solo tronco, se considera el ejemplo más bello de talla colonial en madera de las Américas, cuenta la leyenda que su creador fue un indígena aquejado de una fuerte enfermedad letal que, tras su milagrosa recuperación, dedico su vida a tallar el pulpito para la iglesia. Se dice que su cráneo descansa en lo alto de la talla, pero en realidad nadie sabe con certeza ni la identidad de la clavera ni la del tallista.

ALREDEDORES DE CUSCO

Las cuatro ruinas más cercanas a Cusco son las de Sacsayhuaman, Q’enqo, Pukapukara y Tambomachay. Todas pueden visitarse en un día o menos tiempo si se hace un circuito guiado acelerado. Si solo se tiene para visitar un sitio, Sacsayhuaman es el más destacado. Está a una caminata a menos de 2 km colina arriba desde la Plaza de Armas, en el centro del Cusco.

La forma más baratas de visitar los lugares de interés es tomando un autobús a Pisac y pedirle al conductor que pare en Tambomachay, el sitio más alejado del Cusco y también el más elevado, con 3700m de altitud. Hay un paseo de 8 km de vuelta a Cusco, en el que se visitan todos los puntos de interés del camino. Otra opción es visitar los cuatro sitios en taxi, a los yacimientos solo se accede con el boleto turístico. Abren a diario desde las 7.00 a 18.00 abundan los guías locales que ofrecen sus servicios, a veces con mucha insistencia. Hay que acordar un precio antes de empezar el circuito.

SACSAYHUAMAN

Esta inmensa ruina de importancia religiosa y militar es las más impresionantes de los alrededores de Cusco. su nombre significa en quechua “ halcón satisfecho”. Sacsayhuaman parece enorme, pero lo que hoy se ve no es más que cerca de un 20 % de su estructura original. Poco después de la conquista, los españoles derribaron más muros y usaron su bloques de piedras para construir sus casas Cusqueñas. Sin embargo dejaron las rocas más grandes e impresionantes, en especial las que conforman las almenas importantes. En 153 esta fortaleza fue el escenario una de las batallas más amargas de la conquista española. Más de dos años después de que Francisco Pizarro entrara en Cusco, el rebelde Manco Inca reconquisto la indefensa Sacsayhuaman y la utilizo como base para sitiar a los conquistadores en Cusco. Estuvo a punto de derrotar a los españoles cuando un último y desesperado ataque de 50 soldados de la caballería hispana al mando de Juan Pizarro, hermano de Francisco, lograron retomar Sacsayhuaman y someter la rebelión. Manco Inca sobrevivió y se retiró a la fortaleza de Ollantaytambo, pero la mayoría de sus hombres murieron. Tras la derrota Inca, miles de cadáveres cubrían el suelo y atrajeron a grandes bandadas de carroñeros cóndores andinos. La tragedia fue inmortalizada en el escudo de armas de Cusco con ocho cóndores

El yacimiento se compone de tres áreas bien diferenciables. La más imponente forma las magníficas fortificaciones de tres plantas. Por increíble que parezca, una piedra pesa más de 300 t. fue el noveno Inca, Pachacuteq, quien imagino cusco en forma de puma, con Sacsayhuaman por su cabeza y 22 serpenteantes muros por dientes. Los muros también constituían también un mecanismo defensivo muy eficaz que obligaba a los enemigos a exponer a sus flancos al atacar.

Enfrente esta la colina de rodadero, con muros de contención, rocas pulidas y un conjunto de bancos de piedra de exquisita talla conocido como el trono del Inca. En su día se alzaron tres torres frente a estos muros. Hoy solo quedan los cimientos, pero el más grande, con un diámetro de 22 m el Muyuc Marca, da una idea de cómo debieron ser. Con sus perfectos conductos de piedra, esta torre se usó quizá como depósito de agua dentro de las murallas sirvieron de refugios y almacenes de víveres para unos 5000 soldados. Los españoles y los posteriores habitantes de Cusco derribaron casi todas estas estructuras.

Entre las zigzagueantes murallas y la colina hay una gran plaza de armas donde se celebra el colorido espectáculo turístico de Inti Raymi todos los años el 24 de junio.

Ascender hasta aquí a pie desde la plaza de armas lleva un aproximado de 30 a 50 min, de modo que hay que asegurarse de que se está aclimatado antes de emprender la marcha. Si se llega al alba se tendrá prácticamente para uno solo, aunque no se recomienda visitar este lugar a solas a esa hora de día.

Como alternativa, óptese como circuito en taxi que incluya Q’enqo, Pukapukara y Tambomachay.

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